CONSEJOS SEXUALES

¨Cómo hacer una mamada a su pareja sin tener que tragar, ni escupir, el semenazo.¨

Es un hecho fácilmente constatable que las mujeres no aprecian el sabor del semen ni hostias. Dios lo diseñó así, con ese regusto a lejía rebajada ó al sabor de la piel del fuet, para que no le gustase nada a la hembra y así el hombre se corriese en el chocho, la dejase embarazada y prolongar nuestra puta especie. Si el semen supiese a ¨Baylis¨ seríamos muchos menos en el Planeta Azul. Pero lo que también es un hecho fácilmente constatable es que a los hombres no les gusta nada que escupan su ¨semilla¨ una décima de segundo después de haberla ¨donado¨. Les parece un desprecio al varón.
Para matar dos pájaros de un tiro, no tragarlo y no escupirlo, lo que tiene que hacer usted, querida mujer, es lo siguiente: Cuando el tipejo que tiene por pareja le llene el paladar de lefa, repte rápidamente hacia la boca del macho y, por medio de un beso apasionado, pásele toda la mercancía a su boquita de piñón. Que luego él haga lo que quiera con su semencito de los cojones.