MARTÍN BERASATEGUI CON RABO

Martín Berasategui. Restaurante Berasategui.
Lasarte. Gipuzkoa. Tres estrellas Michelín.

Alvarez Rabo me ha entrado si quieren que les sea sincero por el ojo bueno, a pesar de que por los dos veo excelentemente.

Estaba yo en mi flamante cocina y entró una comanda que por si el lector no lo sabe es el papelote que el jefe de sala entrega en la cocina a petición del cliente. Asombrado me dice que va a descorchar por primera vez en su vida un Montrachet y una Romanée-Conti para ¡dos! clientes. Y que un sujeto en playeras bambas y con camisa de flores de Cacharel dice que “Martín sirva lo que le venga en gana, que sólo estamos para dos días en este mundo cruel”.

Con clientes así da gusto haber nacido cocinero.

Creo que es la primera vez en mi vida que me cosquillea la curiosidad de conocer a quien estoy dando de comer antes de terminar de servir el último postre, que por cierto era un Crocante de leche y crema helada de castañas.

Salgo al comedor, me coloco bien el flequillo y efectivamente me topo con un tipo impecablemente trajeado y otro con una cara de sinvergüenza memorable. Antes de articular palabra el de la camisa floreada me dice:

- Martín, soy Alvarez Rabo, dependiente de El Corte Inglés de Bilbao y dibujante de cómics, y he venido hasta aquí con la pretensión de que prologues mi próxima obra.

Será un placer, respondo. Lo siguiente que escuché fue un descojone largo y armonioso:

- Pagas tú, que pringao…

Le dice a su compañero de mesa al que observo ligeramente lívido y desencajado.

- Es mi editor y se ha apostado esta comida a que no conseguía tu prólogo, así que para acompañar el café me fumaré un Hoyo de Monterrey “doble corona” y un Bas-Armagnac de 1962.

Rabo además de sinvergüenza, jeta y cachondón, es un auténtico epicúreo, un gourmand y un cliente memorable. Se chupó dos botellas de 600 euros cada una.

Alvarez Rabo forever.

Martín Berasategui

Extracto del prólogo del álbum ¨LA METAMORFOSIS DE ALVAREZ RABO¨ (2.003)